lunes, diciembre 28, 2009

Liberarnos de nuestra historia personal

Al final de un año es común encontrarnos con momentos de reflexión e introspección de nuestras vidas, yo particularmente siempre trato de no dejar pasar estas fechas solo como un momento de celebración de otro año más, si no otro año más y ahora qué?
Siempre he escuchado que vivimos de recuerdos, que “el pasado siempre es más dulce que el presente” porque de alguna manera ya paso y nuestra mente se encarga de embellecer cada instante de nuestra memoria, sin embargo recientemente termine de releer un libro que tenia ahí desde hace tiempo y que había leído hace un par de años atrás y me gusto en su momento, no puedo decir lo contrario, pero tampoco dejo en mi una gran impresión, y hace unos días me tope con él en una de esas noches de insomnio en las que te cansas de dar vueltas y vueltas en la cama y empecé, sin mucho interés, a leer el Zahir. Lo que más se quedo en mi al terminar fue la idea de dejar atrás nuestra historias personales, algo tan contrario a lo que había aprendido que debe hacerse; esta idea en que nuestras vidas consiste en ir atesorando cosas, momentos, recuerdos que van llenando nuestra existencia, cosas que en su momento nos van dando plenitud, y por lo mismo ocupan un lugar en nuestras vidas; el problema surge cuando nos aferramos tanto a las cosas que no dejamos que corran su curso natural en nuestras vidas, no dejamos que pasen y luego dejen de pasar, nos cuesta sacar lo que no están más vigentes en nosotros, y esto no significa borrar o olvidar completamente acontecimientos ocurridos, si no arriesgarnos a salir de lo conocido, atrevernos a salir de nuestra zona de confort y dejar atrás las cosas que realmente no necesitamos. De alguna manera esto nos deja el espacio libre para nuevas experiencias, conocer nuevos lugares, otras personas, hacer cosas que nunca nos hubiéramos imaginado, porque ya antes habíamos pensado que nos podría gustar hacerlas o porque debido a una conducta aprendida nunca nos habíamos cuestionado al respecto.
Al releer este libro, primero me di cuenta que ahora si lo entendí, quizás porque este 2009 tuve la experiencia de liberarme de mi historia personal durante un tiempo y empezar desde cero, actuar por instinto, aprender más y darme cuenta de lo mucho que me falta por aprender. Ahora que ya he regresado la rutina de lo conocido, del día a día, me había vuelto a cargar con una mochila de compromisos, estereotipos y complejos tan pesada que sin darme cuenta ya casi no podía caminar, sin embargo darnos cuenta que nosotros hacemos de esta vida lo que queremos que nuestras vidas sean fue para mí una señal de liberación y la más importante lección de este año que está terminando.
Solo espero olvidarme de todo y volver a empezar, querer como el primer día, sorprenderme, atreverme a equivocarme, pedir disculpas y seguir…dejar el orgullo de lado y llorar cuando tenga que hacerlo, romper y coser, empezar con la mochila vacía este 2010, es la primera de mis metas, Dios se encargara de lo demás.

1 comentario:

Talía GC dijo...

Elsa que lindo lo que escribiste. La verdad que tienes mucha razón, hay que aprender del pasado pero no llevarlo a cuesta por que no deja espacio para lo nuevo. En definitiva esta´experiencia de empezar de cero te amplia el horizonte, te enfrenta con tus propios miedos y te libera. Te deseo lo mejor para este nuevo año, como te dije antes sé que vas a lograr grandes cosas.

TaL